Saturday, August 25, 2012

Dos poemas escritos en la madrugada del 25 agosto, 12



La araña

Ella se queda mirando como una loca
a esa araña
pero la araña se ha ido o no la vemos
porque la red que ha tejido allá afuera
es proporcional
y arrebatadoramente proporcional
a su belleza

Todo lo que hizo esa araña fue una demostración
matemática sin solución
Su sencilla
arrogancia
de geometría

Y falta de esa ecuación lo peor

Ella se come su mandala
su mantra
Se come la red
Se come la escritura
Se come la letra
Se come la tela

La deshace en su boca
La hizo en su boca
Me besa como Ana con su lengua
cuando besa mi cara

Luego, como cualquier cosa
Me señala la telaraña que vertical
establece su diálogo con una enredadera de lilas

Dice: Escribe lo que ves

Yo me doblo a la página como un esclavo
y digo:
Perdóname Ana
Solamente veo lo que no estará mañana
Solamente miro con humildad de imbécil sabio
y sabio imbécil
Solamente veo

Y no puedo escribir sobre la vida
Lo que me pides son palabras
La araña o su tela en las ramas
donde se columpia el hilo
me hablan

Yo quedo mudo de ella 
Como mudo de ti que no hablas nada nunca no
Qué puedo decir de esa sorpresa que no durará

Y falta lo peor a este silencio ¡de ah… tan hermosura!

Con un número de luz no la traduzco
el rayo que le entra o se posa o se curva para danzar
esta mañana tiene voces
que nadie oye 

Miro sus triángulos en ascendente y descendente
del cero o lo redondo
Miro cómo no lleva el hilo por la rutina del cálculo
la próxima ristra o la posterior
va y sube y se desquicia por toda la imagen del porvenir

Y el porvenir la desespera y por ello en breves segundos
la he visto furiosa
con la misma furia del principio
en una furia de finales decir basta

“No es para comer que la he postulado,
No es para sentarme a la mesa con mi mosca”

Me voy dice la araña, no soy para tus ojos
Mi obra del interés de los mortales perece, desaparece
Parece




(No te vayas Ana de mí, te suplico
Ahora voy a Jack Brel, todo empapado en sudor para que te cante,
mejor que yo, no te vayas no)




El tiempo


La luz le lleva la contraria a una mujer
a quien solo la detiene una manzana de oro
El reloj se atreve a postularla de ayeres
cuando apenas comienza a alojarse
en su vientre 

Le dice que hay 12 horas
Y una de ellas ojo 
que se abre y se cierra
bajo el vuelo de sus pestañas

La toma por sorpresa la mañana
No le hace el amor,
le rasga el velo
para violarla
la besa
Le dice que es de noche

Bosteza 
se dibuja grotesca

Está loca esa mujer
el tiempo loco

Defino esta locura con un lápiz
este no saber quién es o ha sido ella
Este pretender que lo sé
y queda poco tiempo
para no saberlo

Escribo el tiempo
con la mano al revés
como un Escher me paradojo con ella
cara a cara 
pero eso no es todo

¿Cierto, Atalanta?
¿Madeline, no piensas lo mismo?